Módulos Orly, empresa aragonesa, ha instalado 26 conjuntos en trece estadios de LaLiga. «Hemos batido el récord de fabricación e instalación», cuenta Miguel Ángel Cebolla, su director comercial
La pandemia ha obligado a cambiar muchas de las costumbres de la vida, pero también del mundo del fútbol. Quizá lo más notorio y lo que más duele es la soledad de los estadios, sin el alma, el corazón y el ánimo de la gente. Le falta salsa al deporte sin los aficionados. En el caso de los futbolistas también ha habido muchos cambios y adaptaciones, como por ejemplo las pruebas continuas, los protocolos en caso de positivos, las mascarillas, los cinco cambios o los banquillos en la grada.
Pero también el uso de los vestuarios se ha reducido a la mínima expresión para cumplir con las medidas sanitarias. Es un lugar de culto para los futbolistas y el cuerpo técnico, un santuario, el único lugar de calma y alejado del bullicio de la grada y de las cámaras de televisión, pero también es un potencial foco de contagio y de generación de brotes por ser un lugar cerrado, pequeño y en el que las distancias sociales son muy difíciles de respetar.
No todos los estadios tienen varios vestuarios para dividir a los equipos locales y visitantes, para aumentar la distancia social y hacer grupos burbuja que reduzcan la incidencia de un posible brote en un club. Así que, en esos estadios, LaLiga se puso manos a la obra para cubrir esa necesidad y para que los jugadores, tras los partidos, pudieran ducharse en el propio campo y no tener que hacerlo en sus casas, algo que no apetece y menos aún con el invierno acechando.
Y en la zona norte de la península, la empresa encargada de fabricar e instalar los vestuarios modulares en los exteriores de los estadios es aragonesa y con sede en Zaragoza, Módulos Orly. «Son conjuntos que están compuestos por dos módulos prefabricados con paneles sándwich y con una altura especial de 2,50 metros interior. Cada uno tiene cinco duchas y un WC, un termo de 500 litros y dos lavabos. Además hay una zona diáfana con bancos para que los jugadores se puedan cambiar, perchas, papelera… Tiene unas calidades muy altas y también ventanas para la ventilación», explica Miguel Ángel Cebolla, director comercial de la empresa. Ya están en los exteriores de La Romareda y El Alcoraz.
Se trata de un proyecto diseñado «diseñado exclusivamente para LaLiga» y llevado a cabo codo con codo con la patronal del fútbol para cumplir con las exigencias actuales. «Tienen los elementos de vestuario necesarios y comodidades para la desinfección. Hemos instalado los módulos acorde a sus exigencias», incide.
Después serán donados
El proyecto comenzó entre septiembre y octubre y ya está a punto de caramelo para su finalización, un trabajo en el que «por la urgencia de este tema hemos batido el récord tanto en fabricación como en instalación», recalca Cebolla. Los 26 conjuntos modulares fueron producidos en un plazo de poco más de un mes y su montaje finalizó en el Camp Nou, última estación de un periplo que ha llevado a Orly a los estadios del Real Zaragoza, Huesca, Alavés, Osasuna, Ponferradina, Mirandés, Real Sociedad, Lugo, Sporting, Sabadell, Girona y el propio Barça. Queda pendiente ver qué sucede finalmente con el Espanyol. Además, el montaje en el estadio del Barcelona ha sido especialmente costoso ya que, a diferencia del resto de campos, se han acoplado en la zona de garajes del estadio.
Los vestuarios ya se han utilizado en las últimas semanas, pero dentro del proyecto también está previsto que se adapten de forma personalizada para cada club para mejorar su apariencia y darles un toque diferente. Además, llevarán impreso el lema Si te cuidas, remontamos todos.
Y una vez se acabe la pandemia, que ojalá sea mucho más pronto que tarde, y el fútbol regrese a la normalidad, LaLiga donará estos vestuarios modulares a aquellas sociedades deportivas menos favorecidas en señal de ayuda y apoyo.
Noticia vía: El Periódico de Aragón